Japón, a cambiar la historia
La selección de Japón acostumbra a dominar el panorama asiático, tanto en la fase de clasificación en la que lideró su grupo sin problemas como en la última Copa de Asia en la que venció en la final a Australia, único rival capaz de plantarles cara. No obstante, después llegó su participación en la pasada Copa Confederaciones y se vio la realidad de este equipo, un juego atractivo para el público que dejó momentos apasionantes, sobre todo frente a Italia, y una falta de competitividad en los momentos decisivos que les hizo marcharse con tres derrotas. Esto provoca que en un Mundial nunca hayan logrado llegar hasta los cuartos de final.
Un ejemplo de este defecto nipón son los últimos amistosos, una vez conseguido el pase a Brasil. Cayeron ante rivales inferiores como Serbia o Bielorrusia sin anotar un solo gol. Sin embargo, un mes después lograron remontar un 2-0 de Holanda tras una fenomenal segunda parte de partido y días después vencieron a Bélgica a domicilio para ofrecer la sensación de equipo logrado tácticamente.
El seleccionador italiano Alberto Zaccheroni ha construido un equipo eficaz tanto con la posesión del balón como en el repliegue y salida a la contra. El primer caso lo permiten jugadores talentosos como el veterano Endo, líder en la medular, y Honda o Kagawa, los dos futbolistas más mediáticos del equipo por jugar en Milan y Manchester United respectivamente. En la segunda opción destaca el delantero Okazaki, que si bien no es un gran goleador, aprovecha los espacios para lucir su velocidad. También aprovechan esta táctica los laterales de tendencia ofensiva como Nagatomo o Sakai, que tras una gran temporada en el Hannover le podría arrebatar la titularidad a Uchida.
Tan solo un puesto puede ofrecer alguna variante, el acompañante de Okazaki podría ser Maeda, que tras un decepcionante 2013, ha recuperado el olfato goleador. Otra opción sería Kiyotake, jugador más rápido y de mayor trabajo defensivo. La tercera variante es la entrada de Kakitani, que con una brillante actuación ante Bélgica, gana peso en los planes del técnico.
La pareja de centrales, con la ayuda del mediocentro Hasebe en muchos casos, no forman un gran muro defensivo, no destacan ni por su velocidad ni por su poderío en el juego aéreo. Además, Yoshida ha contado con pocos minutos en el Southampton, situación que también vive Hasebe en Nuremberg. De ahí la tendencia a retrasar varios metros del equipo al completo.
En su camino hacia octavos de final no contarán con ningún partidos asequible y se enfrentarán a rivales muy físicos como Colombia o Costa de Marfil y a otro bien trabajado en lo táctico como Grecia. Será difícil para ellos superar la primera ronda.
Juan Antonio Lopesino
Twitter: @jumifutboltotal
